La actividad agrícola en la Isla no sufrió grandes cambios. Tenemos tres amplias miradas a la producción durante el siglo. Abriendo el siglo, los frutos de la tierra seguían siendo el azúcar, el jengibre y los cueros. El azúcar, que los dueños desatendían, era desplazado por el jengibre, más fácil de cultivar. Ese año, el gobernador reportó que la cantidad que se enviaría a España sería de 15,000 quintales, preocupado de que tanta cantidad afectara adversamente el precio en los mercados. [i] Aunque desconocemos los factores que la impactaron, la producción de jengibre había sido la mitad que en otros años. Justificando el no haber podido regresar a Sevilla, el mercader Antonio de Araujo identificó la falta que hubo de estos géneros en 1609, por lo que no se le pagaron sus mercaderías.[ii]
En 1647, Díez de la Calle extendió el listado de frutos de la Isla: “mucho azúcar, ganado vacuno y de cerda en gran abundancia, corambre bueno, terneras, tortugas grandes, carneros, arroz, plátanos, piñas, muchas naranjas, cidras y limones, calabazas, batatas, melones y otras muchas frutas; pan de casabe y maíz, mucha pesca, jengibre, de que hay muchas estancias, y 7 ingenios de azúcar”. [iii] Dietz acota que para ese año se exportaba, además del azúcar, café (sic), naranjas, guayacán, algodón y cueros, con frecuencia como contrabando. [iv]
El gobernador Arredondo buscó maneras para que los habitantes pudiesen valerse de los medios a su alcance para encontrar alivio a la pobreza y las enfermedades. Anticipando la reforma agraria propuesta en la década de 1940, ordenó en 1690 “a todas las justicias y capitanes a guerra y demás cabos militares hagan se publique, cumpla y ejecute este bando, para que todos los vecinos y moradores hayan de sembrar maíz, arroz, plátanos, casabe y cacao, obligando a cada uno lo haga así. Y lo que debiere ser, se regule según sus familias posibles y criados, para que en ningún tiempo les falte lo necesario…”. [v] Los habitantes debían producir sus propios alimentos.
Debió producirse y criarse una mayor cantidad de productos y animales para consumo. Mirando a Venezuela, con motivo de la libertad que recibieron los indios del servicio personal en 1636, estos pagarían a sus encomenderos con trigo (no se producía en Puerto Rico), yuca, gallinas, pescado, algodón, grana, miel, legumbres, especias y otros frutos. [vi]En 1680, el gobernador Robles notificó al rey que en los almacenes reales había casabe y arroz, y como productos para el comercio, identificó otra vez el arroz, el azúcar y alguna corambre, “de los cuales frutos no tienen los vecinos salida”. [vii]
Como veremos, la innovación en este siglo fue el cacao. Entre los productos que quedaron debajo del radar de la documentación se encuentra el achiote; no es hasta finales de siglo que se menciona, para ser vendido junto a los cueros y el tabaco al capitán de un navío de registro, en lugar de a extranjeros. Los precios de venta eran, respectivamente, cuatro reales y medio la libra, un real la libra, y dos pesos por cuero. [viii] Se importaban semillas de otros productos: nabos, rábanos, coles, lechugas, acederas, y linaza, que se cultivarían en los campos y las huertas de las casas de San Juan. [ix]
Foto: Rodrigo Flores, (c) Unsplash [i] Carta de Sancho Ochoa, gobernador de Puerto Rico. 21 IV 1608. AGI, SD 155, R.15, N.196. [ii] Antonio de Araujo. 4 II 1610. AGI, CT 5317, N.2, R.26, fs.1-2. [iii] Díez de la Calle, Noticias sacras, f.45v. [iv] James Dietz. Historia económica de Puerto Rico (San Juan: Ediciones Huracán, 2007), f.25. Aunque incluye el café, este no llegará a Puerto Rico hasta el siglo XVIII, por lo que su inclusión en el listado de productos de exportación es un error. [v] Carta de Gaspar de Arredondo, gobernador de Puerto Rico. 11 V 1690. AGI, SD 160, R.1, N.2, (2) f.3v. [vi] Registro: isla Española. 29 II 1636. AGI, SD 870, L.9, f.201v. [vii] Carta de Juan de Robles, gobernador de Puerto Rico. 9 II 1680. AGI, SD 158, R.2, N.6, fs.2-2v. [viii] Auto a los tenientes y capitanes a guerra de los partidos. 1695. AGI, ESC 126A, P.2. [ix] Registro del navío De Atocha y San Francisco. 1621. AGI, CT 1170A, N.5, f.22. Registro del navío Nuestra Señora de la Encarnación. 1605. AGI, CT 1146A, N.5, f.56.
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