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La ciudad de Puerto Rico en la isleta

La mudanza de la ciudad de Puerto Rico, o Caparra, desde tierra firme hacia la isleta comenzó en 1519 y concluyó oficialmente en 1522. [i] Adolfo de Hostos asevera que “el crecimiento de la naciente urbe iba siendo muy lento y dificultuoso… pero bien ordenado e ideado desde un principio por los Padres Jerónimos…”. Coincide con Tió, e identifica como estructuras existentes en la isleta la plaza de armas, el hospital del rey, las casas del cabildo tras la mudanza de la ciudad de Puerto Rico, además de la Fortaleza, o fuerza vieja, y el castillo del Morro, construido a finales de siglo. Había 80 casas de madera y dos o tres de tapiería, incluyendo la Casa del Rey. [ii] El número de casas nos podría ayudar a estimar la población, si utilizamos el dato de que en cada una debía haber cinco personas. [iii]

En la descripción de Hostos, no había pavimentación ni aceras, ni en la plaza frente a la catedral ni en las calles, donde los vecinos dejaban paciendo a sus bestias. Esta sería la razón por la cual, ante la falta de “propios” del cabildo para costear su mantenimiento, a la altura de 1569, las calles “están que no se puede andar por ellas, y otras sucias y hechas muladares…”. [iv]

Las casas estaban enclavadas en amplios solares, cercados de caña brava para protegerlos de los cerdos salvajes que frecuentaban la isleta. Se comenzó a sembrar árboles frutales, incluyendo palmas de dátiles, que Fernández de Oviedo añade se usaban en las huertas y los jardines. [v] Estas complementaban las provisiones como el casabe y las carnes que eran traídos de los campos circundantes en canoas. No será hasta finales de siglo cuando proliferarán las casas de dos niveles o más, desprovistas generalmente de ornamentación exterior. [vi]

La misma documentación nos presenta un cuadro de cómo lucía la isleta a nueve años de la mudanza. En 1530, había casas de piedra, de madera y teja, y bohíos de paja, para un total de 56 casas (¿cabrían en ellas los 2,000 vecinos de Tió, quien se excede en su estimado por 34 casas?) [vii] El obispo Fuenleal había reportado 120 casas el año anterior. [viii] La reducción en el número de casas podría estar en el huracán que se reportaría, el cual destruyó la ciudad, y afectado inclusive las estructuras de piedra. Si pensamos en 1532 concretamente, la ciudad estaría ocupada por la gente, el trajín y los ruidos de las construcciones de la casa del rey, la Fortaleza y el ensamblaje de los bergantines enviados para la defensa contra los caribes. [ix]

Para finales del siglo, el paisaje urbano debió ser muy diferente al San Juan que conocemos hoy. Layfield comenta que la ciudad estaba llena de palmas de coco, “las que además de su excelente fruto, dan un aspecto poético y delicioso al paisaje”. [x]

 

Caminos, puentes y calzadas

La construcción y mantenimiento de caminos fue una preocupación que se registra en la correspondencia oficial desde los primeros años de la colonización. Ellos conectaban los puertos con la ciudad, y la ciudad con las minas. Para acceder a la villa desde el puerto, era necesario seguir puentes y calzadas. [xi] En 1511, el rey permitió a Caparra utilizar las penas de cámara para la construcción de obras públicas: caminos, puentes y calzadas. [xii] Esta merced fue renovada periódicamente, hasta el mismo año de 1600, cuando se solicitó su prorrogación porque “con la entrada que en ella hizo el inglés, quedó asolada y necesitada de hacerse edificios…”. [xiii]

En 1514, la Corona aprobó repartir el costo de adobar los caminos y puentes, que estaban en malas condiciones, y de construir alcantarillas “para que se pueda andar”; [xiv] en 1519, lo concedió por cinco años adicionales. Una carta del licenciado Velázquez de 1515 reconoce las ordenanzas referentes a la construcción de calzadas y de casas de piedra; se pregonaron las de los trabajos y plantas, y la que ordenaba a los maestres echar dos barcadas de piedra para la calzada.[xv] 

Para la mudanza de la ciudad a la isleta, los oficiales reales tomaron prestado de la real hacienda 1,000 pesos de oro para construir en ella calzadas de piedra y otros edificios. Esto complementaría los escasos ingresos generados por derramas y otros subsidios y ayudas que se habían hecho. Todavía en 1523 no se habían devuelto. [xvi] Velázquez comenzó a construir pasos para la isleta, visitándolas ocasionalmente.  [xvii]

Con las penas de Cámara que el rey había asignado para utilizar en abrir y aderezar caminos, puentes y calzadas, para 1532 se habían hecho algunos caminos desde la ciudad de San Juan hasta las minas de su término (no especifica dónde) y a la villa de San Germán. [xviii] En los libros de la Real Hacienda, se registraron 200 pesos en 1532 “al Concejo, Justicia y Regidores de San Germán, por cédula de Su Majestad, para ayuda al edificio de un puente, 200 pesos cada año mientras dure el edificio”. [xix] Independientemente de la solicitud oficial para construir caminos, debieron existir, por rústicos que fueran, por las muchas referencias al traslado de personas de un punto a otro de la Isla. Entre estas, encontramos el traslado de ganado del hato del Aibonito a la ciudad de Puerto Rico para el abastecimiento de carne, que fue cortada y pesada allí en 1534. [xx]

Ese año se solicitó nuevamente que se prorrogara por otros diez la merced de las penas de cámara para atender las obras concejiles. [xxi] Como procurador en la Corte, Juan de Castellanos informó que, para llegar de la isleta de San Juan a la isla principal, había dos calzadas de piedra, que “por ser muy grandes y estar en la mar, donde hay grandes corrientes, se hunden y desbaratan cada día”. También había en la isla grande una fuente donde todo el pueblo bebía, pero estaba derribada. Solicitaba dinero de la Corona para su reparación, así como para aderezar los caminos que iban a las minas, hacer una carnicería, cárcel, casa de cabildo y otras obras concejiles. [xxii]

El acceso a la isleta se hacía a través de la puente de Aguilar, descrito al final del siglo por el gobernador Menéndez de Valdés ese año de la siguiente manera: “Esta gente ha de entrar en esta isleta por un brazo de mar que la ataja, que está casi media legua de esta ciudad. Éntrase por este brazo a esta isleta por una puente que tiene 500 pasos de largo, que es hecha a la manera de los diques de Flandes, salvo que como ellos son de tierra, esta es de piedra”. [xxiii]

En 1535 se liberaron 200 pesos al cabildo de San Germán para hacer dos puentes en piedra en dos esteros que se encontraban a la salida de la villa. Un escribano confirmó el gasto, además de otros 50 pesos que fueron necesarios, y se repartieron entre los vecinos. [xxiv] En una de sus primeras observaciones sobre las condiciones de la Isla, el obispo Salamanca comentó que había escasez de carne “por no tener posibilidad para aderezar los caminos por donde ha de venir el ganado”. [xxv] En 1587, el rey perdonó a los vecinos lo que debían de cal y trabajo de sus esclavos en el adobo de puentes y calzadas. [xxvi]

Sobre la localización de los edificios públicos de San Juan, en 1579 mudan el cabildo, la audiencia y la cárcel de frente a la plaza principal (actual Plaza de Armas) a unas casas compradas por Juan Ponce de León II. [xxvii]


[i] Francisco Moscoso. Fundación de San Juan en 1522 (San Juan: Ediciones Laberinto, 2020.

[ii] Hostos, Crecimiento y desarrollo…, 3-6.

[iii] Registro: Puerto Rico. 1534-1541. AGI, SD 2280, L.2, f.105.

[iv] Coll y Toste, “Juicio de residencia al gobernador Bahamonde…”, 2.

[v] Fernández de Oviedo, Sumario de la natural historia de las Indias, 154. Un testimonio de 1555 menciona los corrales de las casas, y casillas de paja. “Informaciones hechas de oficio en la isla de San Juan de Puerto Rico por el licenciado Estévez, gobernador de ella, contra Alonso Pérez Martel, y doctor Vallejo y otros, …”. Informaciones: Audiencia de Santo Domingo. 1555. AGI, SD 11, N.7, f.19v.

[vi] Coll y Toste, “Juicio de residencia al gobernador Bahamonde…”, 7.

[vii] Testimonio de Autos enviado por D. Francisco Manuel de Lando, teniente de gobernación de San Juan de Puerto Rico. 9 XI 1530. AGI, SD 155, R.1, N.1, fs.5v-6. Un testigo describió las casas del rey como de 100 pies x 40 pies.

[viii] Sebastián Ramírez de Fuenleal: educación, gobierno: la Española. 1 III 1529. AGI, PAT 174, R.51, f.268. Cuesta Mendoza, Historia eclesiástica, 138.

[ix] Tanodi, Real Hacienda II, 298 en adelante.

[x] Rev. John Layfield. “Relación del viaje a Puerto Rico de George Clifford, Conde de Cumberland”. En Crónicas de Puerto Rico. Desde la conquista hasta nuestros días (1493-1955) (San Juan: Publicaciones Gaviota, 2007), 144.

[xi] Rodrigo de Figueroa: mudanza de San Juan de Puerto Rico. 13 VII 1519. AGI, PAT 175, R.8.

[xii] Murga, Cedulario I, 45, 263, 305. Esta merced se extenderá varias veces a lo largo del siglo. Registro: Puerto Rico. 1569-1604. AGI, SD 2280, L.3, f.165.

[xiii] Registro: Puerto Rico. 1569-1604. AGI, SD 2280, L.3, f.272.

[xiv] Murga, Cedulario I, 45, 263, 305.

[xv] Oficiales reales de San Juan de Puerto Rico. 27 IV 1515. AGI, PAT 175, R.5, f.17. Una barcada es la carga que transporta o lleva una barca en cada viaje.

[xvi] Información sobre el préstamo a la ciudad de San Juan de Puerto Rico. 5 VI 1523. AGI, IND 420, L.9, fs.139v-140.

[xvii] Residencia de Sancho Velázquez… 1519. AGI, JUS 44, N.1, f.13v.

[xviii] Relación de lo que han valido y rentado las penas de Cámara que se han aplicado en Puerto Rico desde noviembre de 1525 hasta finales del año 1532. 31 XII 1532. AGI, SD 155, R.1, N.3, f.2.

[xix] Tanodi, Real Hacienda II, 300.

[xx] Alonso Martínez de Robledo contra Isabel de Robledo. 1537-1538. AGI, JUS 723, N.2, f.41.

[xxi] Murga, Cedulario II, 108-109. Municipio de San Juan, Catálogo de las cartas del Cabildo de San Juan 21. 

[xxii] Registro: Puerto Rico. 1534-1541. AGI, SD 2280, L.2, fs.20-20v. El rey aprobó aplicar dos terceras partes de las penas de cámara para estas obras por cinco años. En la Española se hizo lo mismo, y se prorrogó en 1573 otros cinco. Registro: isla Española. 1573. AGI, SD 899, L.2, fs.298-298v (marcado 268).

[xxiii] Descripción de Puerto Rico por Diego Menéndez de Valdés. 21 II 1587. AGI, PAT 18, N.13, R.2, f.3.

[xxiv] Tanodi, Real Hacienda II, 360.

[xxv] Murga y Huerga, Episcopologio II, 302-303.

[xxvi] Registro: Puerto Rico. 1569-1604. AGI, SD 2280, L.3, f.148v.

[xxvii] Carta de Juan Ponce de León II. 5 IV 1579. AGI, SD 168, f.1v.



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