Las Antillas son el traspatio de los huracanes que se forman en el Atlántico sur, por lo que estos son parte inseparable de la vida insular. En el primer siglo del proyecto de colonización española, la Isla estuvo también expuesta a los elementos, que en un día podían arruinar el trabajo de décadas, trastocando la actividad económica, los esfuerzos para mantenerla poblada y la vida misma. Stuart Schwartz propone que, junto a la geografía, el clima establece límites y posibilidades para las sociedades, que constantemente las ponen a prueba o las modifican. [i] El reconocimiento de esta fragilidad, junto a la frugalidad propia del periodo, debieron marcar profundamente la siquis del pueblo en formación.
Década de 1510
En 1514, los oficiales reales de la Isla reportaron el daño causado ese año por una tormenta: [ii] “por el mes de julio o agosto vino una venida grande de los ríos, la cual dicha venida generalmente llevó mucha parte de las haciendas que los vecinos de esta isla tenían, así en la dicha ribera de Toa… como en otras riberas donde estaban las haciendas…”. [iii] Una carta de Andrés de Haro de 1515 reportó “el mucho daño que la tormenta hizo, de cuya causa se proveen de pan de la Mona hasta que la hacienda se remedie”, en referencia a la hacienda del Toa. [iv]
Los documentos de la Real Hacienda registran otra en 1516, donde se perdieron muchas arrobas de pan casabe que iba para San Germán desde La Mona. [v]
Década de 1520
En 1522 se menciona que Antonio Sedeño se había detenido en la isla de Mona “por el temporal”, obligando a prorrogarle la licencia para pasar a España. [i]
El 4 de octubre de 1526, día de San Francisco, una tormenta de agua destrozó las haciendas en la ribera del Toa. [ii] Entre las estructuras afectadas, este huracán derribó el progreso de la nueva catedral que el obispo Manso, con tanto empeño, intentaba construir en la isleta. [iii] La destrucción provocada obligó a los dueños de estancias a abandonarlas. [iv] Al año siguiente, el rey asignó 500 pesos para la reparación de caminos y ruinas causadas por ella. [v]
García Troche estaba en su hacienda en la ribera del Toa con su familia la noche que pasó el huracán de 1528; pensó que perecerían por el viento y el agua tan grande. Añadió que “todas las haciendas de la ribera de Bayamón, y de Luisa y del Aymanio y Morovis y las minas viejas y de los ríos del Luquillo y Daguao, donde están todas las haciendas de los vecinos de esta ciudad, quedan destruidas sin quedar en ellas conucos ni bohíos…”. Sobre el impacto de los vientos en los montes, añadió que “parece que todos los diablos del infierno anduvieron por ellos”. Su hermano Gaspar estimó el daño causado en 100,000 pesos de oro. [vi]
Juan Manuel de Lando describió el impacto de la tormenta en su cosecha diciendo que
… le llevó 15,000 montones de labranza que tenía en ella, y este testigo y otros cuatro o cinco cristianos se subieron encima de un árbol, y allí escaparon, y perecían todas las estancias hechas una mar de agua, cubiertos los bohíos y labranza de la dicha agua, y que todos se fueron a labrar a otras partes porque la dicha tormenta llevó toda la flor de la tierra de las dichas estancias… [vii]
Década de 1530
El 28 de julio de 1530 pasó un huracán que causó que, de los tres barcos que había en el puerto, uno se anegara, y dos dieran al través en tierra. No solo derribó los bohíos de paja y las casas de madera y tejas de San Juan, sino que afectó las estructuras de piedra, al punto que se estimaba que tomaría de 12 a 15 años restaurarlas. [viii] Pabón Charneco asocia la construcción en piedra con la necesidad de protección contra la humedad tropical, los huracanes y las lluvias; [ix] con este huracán, ni la piedra resistió el embate.
En las estancias no quedó un conuco en pie; Cuéllar estimó el daño en ellas en 100,000 pesos de oro, el mismo causado dos años antes. Como agravante, los dueños se vieron obligados a llevar a su gente de las minas para reconstruir los bohíos y los conucos, impidiéndoles sacar oro. [x] Si no se sacaba, no se pagaban derechos reales, lo que representaba un costo no contabilizado.
La Audiencia de Santo Domingo reportó al rey “la tormenta que hubo en la Isla de San Juan por el mes de agosto pasado”, que además de los daños, había sido seguida en septiembre por otros dos huracanes. [xi] Enjuto Ferrán los data: 26 de julio (en lugar del 28), el 22 y el 31 de agosto. [xii]Rafael W. Ramírez identifica las tres tormentas como Santa Ana, San Hipólito y San Ramón. [xiii]
En 1536 se hace referencia a otro que “destruyó la tierra”, al punto que no había dinero para comprar mercaderías. [xiv]
Década de 1540
La ciudad de San Juan envió un procurador a la Audiencia de Santo Domingo en 1540 para solicitar la suspensión de las deudas por causa de la destrucción causada por una tormenta. [xv] Huerga incluye otro en 1546 que sorprendió a 2,000 caribes en el mar, camino a atacar la isla de San Juan; no sabemos si este huracán afectó también la Isla, o la pasó por alto. [xvi]
Década de 1550
En 1551 el cabildo de San Juan reportó una tormenta que dañó un baluarte junto a la Fortaleza. [xvii] El gobernador Carasa informó otra del 12 de septiembre de 1559, que “llevó [a los vecinos] cuanto en el campo tenían… no quedó de qué comer y se padece mucha necesidad”. [xviii]
En su primera carta como presidente de la Audiencia de Santo Domingo, Alonso Maldonado reportó un huracán que pasó por Santo Domingo el 29 de agosto de 1553, hundiendo una armada que se formó en la Isla con 300 hombres, ahogándose 130. En el puerto se perdieron 16 navíos cargados para ir a España. La tierra había quedado muy enferma, provocando la muerte de sobre 500 personas. [xix] No hemos encontrado referencias a esta tormenta en Puerto Rico. En 1554 hubo otra tormenta que hundió el barco de Juan González, donde se ahogó el canónigo Sebastián de Bastidas. [xx]
Década de 1570
Cuesta Mendoza hace referencia a una tormenta en 1575, cuando narra una de 1615 que “fue una de las que mayores estragos produjo en toda la Isla, que hizo recordar la de 1575”. [xxi]
Década de 1580
El 21 de agosto de 1580 hubo otro “huracán tormenta” que desoló la Isla, y llevó todo lo sembrado – casabe y cañaverales – además de ganados y caballos. En “la otra costa”, destrozó una nao que iba a Nueva España cargada de esclavos, ahogándose algunas personas y saliendo 140 esclavos a tierra. [xxii]
Década de 1590
Casi terminando el siglo, el día de San Mateo, en septiembre del año 1591, pasó un huracán que hundió la fragata en que venía el situado mexicano de ese año. Además, provocó la muerte de la mayor parte del ganado y se perdieron las sementeras. [xxiii]
En 1595, se registró un evento considerado “cosa aquí nunca vista”, que bien pudo tratarse de un maremoto. El gobernador reportó que el mar se metió sobre la plataforma del Morro en el mes de marzo y se llevó más de 60 piedras de sobre 2,000 libras cada una. [xxiv]
“Parece que todos los diablos del infierno
anduvieron por ellos”
Tabla #43
Tormentas y huracanes reportados en Puerto Rico en el siglo XVI
Año
Fecha
Observaciones
1514
Julio o agosto
“Una venida grande de agua”
1516
Afectó el área de San Germán
1522
Temporal por las aguas de la isla de Mona
1526
Día de San Francisco (4 oct)
Afectó las cosechas en la ribera del Toa. Daño los caminos.
1528
Derribó las haciendas y conucos de la Isla, hasta Luquillo
1530
(3) Julio y agosto
Afectó las cosechas en la ribera del Toa; se reportan tres
1536
Destruyó la tierra, y no había dinero para comprar mercaderías
1540
Se solicita a la RASD suspender las deudas
1546
Tormenta en el mar que detuvo un ataque caribe
1551
Dañó un baluarte en la Fortaleza
1559
12 Septiembre
Llevó todas las cosechas [xxv]
1575
1580
21 de agosto
“En la otra costa”. Dejó a la Isla asolada;
hundió una nao que iba a Nueva España
cargada de esclavos [xxvi]
1591
Septiembre, Día de San Marcos
Hundió una fragata en el puerto
Clima tropical
Fuera de tormentas, temblores y maremotos, el clima del Caribe es impredecible. En la narración de su viaje a la Española en 1519, el obispo de Santo Domingo retrató sus cambios característicos. Relatando una gran tempestad que les sorprendió cuando llegaron a Puerto Rico, señaló “pues, como navegáramos con sereno cielo por todas partes, de repente, apareciendo una nubecilla, a la que siguieron un chaparrón y un viento de improviso, no había otro remedio para no perecer por completo, que arriar rápidamente las velas. Así que, después de bogar tres días con esta tormenta, enfilamos la proa hacia la Isla Hispaniola”. [xxvii]
[i] “Prórroga de licencia de venida a Antonio Sedeño”. Registros generalísimos. 17 X 1522. AGI, IND 420, L.9, f.45v. [ii] Toma posesión isla de la Mona: licenciado Sancho Velázquez. 1527. AGI, PAT 175, R.13, f.10v. Juan Fernández de Castro contra Francisco de Toro. 1536-1541. AGI, JUS 731, N.2, f.3. [iii] Cuesta Mendoza, Historia eclesiástica, 138. [iv] “Probanza de Francisco de Toro”. Juan Fernández de Castro contra Francisco de Toro. 1536-1541. AGI, JUS 731, N.2, fs.3, 9v. Testimonio de Diego de Villarreal. [v] “Reparación de caminos en la isla de Puerto Rico”. Registros brevísimos. 15 II 1527. AGI, IND 421, L.12, f.13v. [vi] Informaciones ante Antonio de la Gama: San Juan. 1 XII 1528. AGI, PAT 175, R.18, fs.320, 326v-327v. [vii] “Probanza de Francisco de Toro”. Juan Fernández de Castro contra Francisco de Toro. 1536-1541. AGI, JUS 731, N.2, fs.3, 9v. Testimonio de Diego de Villarreal. [viii] Informaciones ante Antonio de la Gama: San Juan Puerto Rico. 1 XII 1528. AGI, PAT 175, R.18, fs.315v, 330. Citando a Lando, Rafael W. Ramírez. “Dios me lleve al Perú”. Revista del ICP. Núm. 18 (I-III 1963): 54. Francisco Moscoso ha escrito sobre este evento y sus implicaciones económicas y sociales en El gran huracán. Las deudas y la resistencia en Puerto Rico, 1530 (San Juan: Publicaciones Gaviota, 2017). [ix] Pabón-Charneco, The Architecture of San Juan de Puerto Rico, xii. [x] Informaciones ante Antonio de la Gama: San Juan Puerto Rico. 1 XII 1528. AGI, PAT 175, R.18, f.315v. [xi] Utrera, Noticias históricas I, 223. En la transcripción de cartas de la Audiencia de Santo Domingo no se encuentran las de este año. Genaro Rodríguez Morel. Cartas de la Real Audiencia de Santo Domingo (1530-1546) (Santo Domingo: Archivo General de la Nación y Academia Dominicana de la Historia, 2007). [xii] Hostos, Crecimiento y desarrollo…, 6. Enjuto Ferrán, 400 años de legislación comunal, 260. [xiii] Rafael W. Ramírez. “Dios me lleve al Perú”. Revista del ICP. Núm. 18 (I-III 1963), 54. [xiv] “Probanza de Pedro de Aranda”. Pedro de Aranda contra Rodrigo de Pineda. 1533-1536. AGI, JUS 710, N.1, f.8 [xv] Ciudad de San Juan: instrucciones a su procurador. Fortaleza. 8 IV 1540. AGI, PAT 175, R.27, f.569v. [xvi] Huerga, Ataques de los caribes, 82. [xvii] Real Díaz, Catálogo de las cartas del cabildo de San Juan, 39. [xviii] Cardona Bonet, Correspondencia del licenciado Diego de Carasa, 95. [xix] Carta de Alonso Maldonado, presidente de la Audiencia de Santo Domingo. 13 II 1553. AGI, SD 48, R.3, N.142, f.1v. [xx] Informaciones: Cristóbal Sanabria. 1553-1554. AGI, SD 11, N.3, fs.1-1v. [xxi] Cuesta Mendoza, Historia eclesiástica, 150. [xxii] Carta de D. Juan de Céspedes, gobernador de Puerto Rico. 20 IX 1580. AGI, SD 155, R.9, N.65, f.1v, 2. [xxiii] Carta de Diego Menéndez de Valdés al Consejo. 18 XI 1591. AGI, SD 155, R.11, N.129. Morales Padrón, “Barcos, libros y negros…”, 47. Antonia Heredia Herrera. Catálogo de las consultas del Consejo de Indias. Tomo II (1529-1591) (Madrid: Dirección General de Archivos y Bibliotecas, 1972), 7, acta 1960. Lee “convendría que se despachase a Puerto Rico un navío con harinas, vinos y mantenimientos para remediar el daño que hizo una gran tempestad”. Registro: Puerto Rico. 1572-1604. AGI, SD 2280, L.4, f.39v. [xxiv] Carta de Pedro Suárez Coronel, gobernador de Puerto Rico. 8 VI 1595. AGI, SD 155, R.12, N.141. [xxv] Carta de Diego de Carasa. 15 X 1559. AGI, SD 155, R.5, N.22, f.2v. [xxvi] Carta de Juan de Céspedes, gobernador de Puerto Rico. 20 IX 1580. AGI, SD 155, R.9, N.65, f.1v. [xxvii] Alessandro Geraldini. Itinerario por las regiones subequinociales. Presentado por Emilio Rodríguez Demorizi (Santo Domingo: Editora del Caribe, 1977), 144-145.
[i] Stuart B. Schwartz. Sea of Storms (Princeton: Princeton University Press, 2015), xii. [ii] Murga, Cedulario I, 361. [iii] Toma posesión isla de la Mona: licenciado Sancho Velázquez. 1527. AGI, PAT 175, R.13, f.3/198. [iv] Oficiales reales de San Juan de Puerto Rico: varios. 27 IV 1515. AGI, PAT 175, R.5, f.27. [v] Tanodi, Real Hacienda II, 83.
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